A la hora de elegir un suelo, cualquier experto o profesional al que te dirijas, te responderá, sin duda alguna: gres porcelánico.
Sin embargo, para quien simplemente está buscando baldosas para su hogar, estas dos palabras pueden parecer algo misteriosas y ciertamente poco claras. ¿Estás pensando en utilizar este tipo de suelo en tu hogar? En este artículo te explicamos qué es un suelo porcelánico y qué hace que el gres porcelánico sea la elección por excelencia para la creación de suelos de interior y exterior.
¿Qué es el gres porcelánico?
Se entiende por gres porcelánico fino aquel material que tiene un coeficiente de absorción de agua inferior al 0,5%. Este bajísimo porcentaje, próximo a la impermeabilidad, se obtiene mediante caolines, áridos y feldespatos de calidad que son atomizados, prensados y sometidos a un proceso de cocción a altísimas temperaturas (1250 °C). De esta forma el producto final será una baldosa cerámica de pasta compacta y dura, generalmente coloreada y no porosa. La palabra francesa “grès” significa que la masa cerámica de la baldosa es extremadamente dura e impermeable.
Con el gres se pueden fabricar varios productos: sanitarios, vajillas, alfarería y tuberías de saneamiento, entre otros, pero sin duda el mayor campo de aplicación es la producción de pavimentos y revestimientos de baldosas.
El gres porcelánico se fabrica con una cerámica especial muy compacta y este material está a la base de sus características especiales. Hay baldosas de gres con una sola capa y algunas compuestas por dos. En este último caso, si observamos detenidamente el azulejo, podremos ver inmediatamente que hay dos capas: el sustrato y la parte esmaltada.
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El soporte confiere la resistencia de la típica estructura del gres porcelánico. La otra capa es la parte esmaltada, la parte que con sus dibujos y texturas, puede conferir ese toque extra a tu hogar, pero no se trata solo de mera estética. De hecho, es la parte más expuesta a las pisadas, a la luz del sol y a los arañazos y también desempeña un papel crucial en la resistencia y durabilidad al gres porcelánico. Al final del proceso de elaboración de la baldosa, esta será una sola pieza, las dos capas estarán perfectamente fusionadas y compactas.
Diferencia entre cerámicas y suelo porcelánico
El gres porcelánico se diferencia de otras cerámicas por su alta dureza superficial, resistencia a la carga y al desgaste.
Esto convierte a los suelos de gres en la elección más segura y duradera para el consumidor, mientras que en cuanto a su uso como revestimiento cerámico, su dureza exige una mayor destreza en la colocación por parte del instalador.
Finalmente, dado que el porcentaje de absorción de agua del gres porcelánico es infinitesimal, se trata del material más adecuado para su instalación en exteriores.
En definitiva, podemos resumir las principales ventajas del gres porcelánico:
- Impermeable.
- Resistencia a golpes.
- Resistencia al desgaste.
- Resistencia a los arañazos.
- Resistencia a temperaturas extremas (calientes y frías) gracias a su porosidad mínima.
- Resistencia a los ataques químicos.
- Higiénico y fácil de limpiar.
- Colores y texturas duraderos, no palidecen con el sol.
¿Tienes en mente construir o reestructurar tu casa y poner un suelo porcelánico? Te recordamos que no solo te fijes en el factor estético, sino que también en la calidad de los materiales. En el momento de escoger las baldosas piensa en las materias primas y en su elaboración. Si necesitas ayuda o asesoramiento en cualquier aspecto, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de profesionales de Constructora Viñas, que estará encantado de ayudarte.